viernes, 1 de junio de 2012

Love is blindness

Amelie

Ha sido extraño; ni bueno ni malo, simplemente extraño.
Estábamos en dimensiones distintas pero cortándonos en un mismo punto. Cada cual con sus pensamientos, callado, intentando encontrar motivos para darle sentido a tanto sufrimiento.
Quizás el motivo sea el amor, el loco que nos empuja hacia los precipicios sabiendo que tenemos terror a las alturas. Nos hace capaces, nos mueve el deseo de ser capaces.

Ahora el mundo se mira con gafas nuevas, desde otra perspectiva; ni buena ni mala, simplemente extraña. Me veo sentada en mi escritorio sin más aliento que el de estas letras, sin más fuerza que la de mis dedos. Mi cuerpo está agotado, siente la pesadez de, incluso, la piel. Pero no puedo dormir.... no, hoy no puedo dormir.

Sientes la soledad del amante, del que lo da todo y se queda esperando a que lo amen. Yo no dudo de que lo hagan, pero ahora más que nunca necesito sentirlo. Nadie entiende lo contradictorios que llegan a ser los sentimientos porque nos movemos entre blanco o negro, nada de matices. Hoy he aprendido que la alegría puede ser amarga, que se puede llorar y sonreír, que puedes estar como un péndulo danzando de una sensación a otra en cuestión de segundos.

Con lo fácil que sería abrazarme, pero de verdad, sin compromisos. Entender que ya nada de lo que antes tenía un significado, sigue siendo inmutable. Y todo por un simple y llano hecho, algo que dura lo mismo que un suspiro con la capacidad de modificarlo absolutamente todo.
Ahora me siento tan fría.... tan distraída con cualquier cosa, tan evadida de mí...



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