jueves, 29 de marzo de 2012

La huella


Y volverías a tumbarte a cerrar los ojos esperando que ella los abriese para ti. Lo harías con miedo y con ganas, con la incertidumbre de si esa sería por fin la vez que tanto llevas esperando. Y estirarías la mano buscando sus dedos que tanto se entrelazaron en tu pelo, y te acercarías a oler su piel que aún recuerdas cómo sabía en tus labios. Sé que contemplarías su respiración, la escucharías suspirar con admiración y tendrías unas ganas locas de hacerle el amor por todos estos años. Te volvería loco la idea de escuchar de su voz lo mismo que hoy escuchas de la mía, porque ella siempre fue tu elección. Ella que no encontró el momento para darte lo que buscabas, aún tiene lo que tú extrañas. 

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