Justo esto es lo que extraño de ti: tu sonrisa. Tu peculiar felicidad que era capaz de iluminar las mañanas cuando el sol ni siquiera trabajaba, tus tirones cuando te agarrabas del brazo y te parabas a reírte, tus abrazos entre clase y clase, tu voz al otro lado del teléfono, tu inocencia algo cambiada desde que te conozco por la crudeza de la vida.
Eras una niña y ahora, cada vez que te miro, veo ya a una mujer. No sabes cuánto me asusta eso... Todavía puedo verte sentada en mi cama rodeada de peluches o hablándome de amores platónicos que sabías imposibles. Pero... ¿sabes? Siempre logro encontrarte a ti, en tu esencia sigues siendo tú, con tu prudencia, ternura y efusividad.
Querida amiga, cómo han cambiado las cosas...ojalá el tiempo fuese controlable y tú pudieras eternizarte en él.
Gracias por darle significado a palabras casi vacías en estos tiempos, gracias por tu sensibilidad y por tu autenticidad. Dudo ya de que deba llamarte amiga y no hermana.
Te quiero, te quiero de verdad, así que no te alejes nunca.
Te quiero mucho...pero de verdad de la buena ,para mi eres como mi hermana ,lo sabes...
ResponderEliminarSiempre te agradeceré que hayas participado de mis risas y llantos ,de mis sueños y desilusiones...siempre te diré gracias por existir ,por ser como eres y compartirlo conmigo :gracias ,de verdad
Mi niña bonita... :)
ResponderEliminarJe t'aime