Punto y seguido

Me gusta empezar de nuevo, con propósitos, con ansias de cambio, con margen de tiempo para cumplirlo.

Me gusta cerrar los ojos e imaginar todo lo que ha pasado y lo que está por llegar. Este año ha sido.... estresante: Selectividad y su recompensa con una entrada en la carrera que deseabas. Qué cierto eso de "no hay mal que por bien no venga".

Ha sido el año del cese armado de ETA, de las muertes de Bin Laden, Amy Winehouse, Kim Yong II y Gadafi. De los juicios a Camps, Blanco y Undargarín. De elecciones con entrada de un nuevo gobierno.

Han habido momentos de incertidumbre, de preguntarnos qué va a pasar con nuestros bolsillos viendo la prima de riesgo dispararse, a Grecia prácticamente en quiebra y a los monstruos europeos presionando.

Y seguramente el 2012 no arregle demasiado nuestra economía (o sí, en caso de que los mayas tuvieran razón), pero la felicidad no está en manos de políticos enchaquetados, ni de los bancos, ni de los mercados. Es sólo nuestra, y es maravilloso poder controlarla.

A ti, que me hiciste llorar de emoción, que me llamaste en los momentos justos, que besaste mis mejillas sin más pretexto que darme cariño. A ti, que me escuchaste sin tiempo límite, que me provocaste carcajadas, que me valoraste, que me hiciste crecer. A ti, a vosotros, a los que saben que son ellos.... GRACIAS.

A los que decidisteis marchar, a los que me hicieron sufrir o llorar, preocuparme, enfadarme o demás. Gracias por enseñarme qué debo desechar, diferenciando lo bueno de lo malo, ser más realista, madurar a base de tormentos. Sois también necesarios.

Y al 2012 le pido salud, que es la base de todo lo demás. Le pido que la gente que quiero siga a mi lado, que lleguen nuevas personas y que la magia de estas fechas se prolongue infinitamente.