martes, 16 de julio de 2013

miércoles, 29 de agosto de 2012

Ilusa.



Yo pensaba que lo que necesitabas era algo de fe y quise dártela. Imaginé que con paciencia y algo de empatía, todo podría ponerse en su lugar, equilibrar la balanza, y avanzar. Hoy pienso que fueron mis ganas mayores que la realidad, y que a la venda del amor no hay ojos que se resistan.
He echado en falta al tú que nunca fuiste, pero al que yo he querido tanto... Tanto que no puedo soportar al que siempre has sido. 


viernes, 1 de junio de 2012

Love is blindness

Amelie

Ha sido extraño; ni bueno ni malo, simplemente extraño.
Estábamos en dimensiones distintas pero cortándonos en un mismo punto. Cada cual con sus pensamientos, callado, intentando encontrar motivos para darle sentido a tanto sufrimiento.
Quizás el motivo sea el amor, el loco que nos empuja hacia los precipicios sabiendo que tenemos terror a las alturas. Nos hace capaces, nos mueve el deseo de ser capaces.

Ahora el mundo se mira con gafas nuevas, desde otra perspectiva; ni buena ni mala, simplemente extraña. Me veo sentada en mi escritorio sin más aliento que el de estas letras, sin más fuerza que la de mis dedos. Mi cuerpo está agotado, siente la pesadez de, incluso, la piel. Pero no puedo dormir.... no, hoy no puedo dormir.

Sientes la soledad del amante, del que lo da todo y se queda esperando a que lo amen. Yo no dudo de que lo hagan, pero ahora más que nunca necesito sentirlo. Nadie entiende lo contradictorios que llegan a ser los sentimientos porque nos movemos entre blanco o negro, nada de matices. Hoy he aprendido que la alegría puede ser amarga, que se puede llorar y sonreír, que puedes estar como un péndulo danzando de una sensación a otra en cuestión de segundos.

Con lo fácil que sería abrazarme, pero de verdad, sin compromisos. Entender que ya nada de lo que antes tenía un significado, sigue siendo inmutable. Y todo por un simple y llano hecho, algo que dura lo mismo que un suspiro con la capacidad de modificarlo absolutamente todo.
Ahora me siento tan fría.... tan distraída con cualquier cosa, tan evadida de mí...



jueves, 29 de marzo de 2012

La huella


Y volverías a tumbarte a cerrar los ojos esperando que ella los abriese para ti. Lo harías con miedo y con ganas, con la incertidumbre de si esa sería por fin la vez que tanto llevas esperando. Y estirarías la mano buscando sus dedos que tanto se entrelazaron en tu pelo, y te acercarías a oler su piel que aún recuerdas cómo sabía en tus labios. Sé que contemplarías su respiración, la escucharías suspirar con admiración y tendrías unas ganas locas de hacerle el amor por todos estos años. Te volvería loco la idea de escuchar de su voz lo mismo que hoy escuchas de la mía, porque ella siempre fue tu elección. Ella que no encontró el momento para darte lo que buscabas, aún tiene lo que tú extrañas. 

lunes, 27 de febrero de 2012

Recovecos




Me cuesta creer que la paz que siento cuando te abrazo se está dando en un mundo en el que, a la vez, hay guerras.

Who is who



Eres ave que recorre los cielos, que disfruta desplegando sus alas y mostrando su esplendor. Emigras porque nada te ata a ningún lugar, porque puedes cruzar continentes sin equipaje. No necesitas sobrevivir arraigado a una tierra, a una bandera, a unas caras conocidas. Tú eres de este mundo, y a veces hasta yo misma lo dudo.
Eres demasiado diferente y a mí eso me eleva hasta los rascacielos o me hunde hasta el subterráneo. ¿Y quién va a pedirte cuentas por eso? 
A veces veo que no puedo sentirte mío porque tu forma de vivir la vida, no entiende de cadenas, ni lazos. Quiero adentrarte en mí, pero no poseerte. Es un sentimiento con buenas pretensiones, y tú crees estar encarcelado por todos mis temores a tu escapada. 
Yo siempre necesito más y tú te conformas con poco y, en ocasiones, con nada. Sabes que yo sí busco sentirme de algún lugar, que no puedo arrancar mis raíces y volver a plantarlas porque moriría en el camino. Sabes perfectamente que estoy creciendo como una enredadera por tus caderas hacia tus labios y no paras de cortarme porque crees que eso sanará, que la primavera siempre vuelve una vez al año y cuentas conmigo para la siguiente. 
Es una sensación extraña, es un quiero y no me dejan. Y te odio, porque todo lo que planeó mi cabeza contigo lleva tu imagen grabada y no puede regalarlo a quien, quizás, se lo mereciese más que tú. Es entregar o dejar que se pudra.

lunes, 6 de febrero de 2012

Sin destino



Habrá cosas que nunca entiendas de mí. No estuviste en las fiestas del colegio, ni en la recogidas de mis notas, ni en las celebraciones de la mayoría de mis cumpleaños, ni en el cine disfrutando de una tarde cualquiera. No sabrás si te preguntaran cuál es mi comida favorita o dónde me gustaría viajar, ni tampoco qué hago exactamente de lunes a viernes y en mis ratos libres. No me haces regalos ni me das sorpresas porque te cuesta averiguar qué me haría ilusión, no me incluyes en tus decisiones ni compartes tus pensamientos conmigo. 
Me miras y ves que tengo ya dieciocho años pero no sabes muy bien cómo llegué hasta aquí. No te enteraste de mis miedos a la oscuridad, ni de la mitad de mis días enferma, ni de las riñas y consejos que recibí. Ves mis labios maquillados pero no te imaginas cuándo fue mi primer beso, ni cuánto lloraron mis ojos por haberlo perdido. 
No apostaste jamás por mis sueños, por los pocos que conocías: no confiaste en que llegaría a estudiar lo que con 14 años ya tenía claro, y hoy aquí estoy, intentándolo y esperando tu reconocimiento.
No tengo en mis mejillas muestras de cariño por tu parte, ni sonrisas de apoyo, ni abrazos en momentos débiles. Yo te miro y veo que tienes 48 años y no sé muy bien cómo llegaste hasta aquí.

Y el tiempo pasa, despiadado e inexorable, poniendo distancias entre los dos. Llenando de dudas mi cabeza y de lamentos mi corazón, porque a pesar de no haber recibido nada, yo tenía tanto para darte...