Atravesándote

Es reconfortante encontrarte entre las sábanas. Un pellizco en el corazón me impulsa a acariciar tu pelo con ternura, sin deseos de despertarte, sino de hundirte más en tus sueños.

Muevo lentamente mis piernas para encontrarme con las tuyas que, inconscientemente, sienten que te busco, y me enredan. 

Procuro acercar tu respiración a mi pecho desnudo, a mi interior revolucionado en contraste con tus lentos latidos. 

Fusiono mi soledad con tu compañía y se consumen mis tristezas.

 Arden mis deseos y yo junto a ellos, me rindo a tus encantos asumiendo la belleza de tenerte.